miércoles, febrero 24, 2010

Confianza

Hace unos meses (11 para ser exactos) fui promovido de manera temporal a una posición en la que posteriormente fui fijado.

Al momento en que sucedió, todo fue muy rápido y no tuve tiempo ni de sentarme a pensarlo. Fue bastante difícil al principio.

Parte de esta dificultad se debía mayormente a que en lo personal necesitaba un cambio de escenario en mi realidad laboral, ya que tenia varios años desempeñando funciones similares y se había tornado un tanto monótono. Esto, naturalmente, se veia con claridad en los resultados del área de la cual yo era responsable, que iban en franca caída, y también se percibía en el clima laboral de mi gente. Ellos también necesitaban un cambio... ( de jefe :-) ) para dinamizar nuevamente las energías del equipo.

Mi problema de motivación nada tenía que ver con un salario insatisfactorio ni con falta de reconocimiento ni falta de oportunidades de aprendizaje ni nada por el estilo, simplemente se trataba de una necesidad arraigada en lo más profundo de mí, de hacer algo diferente.

Entonces bajo este escenario, una de las cosas que más me costó entender era por qué me habían dado la oportunidad de ocupar una posición con el triple de responsabilidades, si mi desempeño había mermado.

Pasaron semanas y aunque barajaba muchas ideas en mi cabeza no me terminaba de convencer por ninguna, hasta que finalmente pude llegar a algo que me satisficiera.

Mi promoción ciertamente no se debió a un reconocimiento al mérito ni a una larga carrera organizacional de éxitos ni a una coyuntura de relaciones personales. En esta ocasión quizás lo que prevaleció fue un voto de confianza, porque mis superiores habrán confiado en mi integridad y en mi capacidad, más que en los resultados pasados. Si fue así, que alivio.

Ahora mi inquietud.

Tú que estás leyendo, que te sabes íntegro cual rompezabezas enmarcado.
Tú que siendo creación de Dios, sabes que El no hace disparates y que eres una persona totalmente capaz.
Tú que has sido dotado de incontables recursos para sacarles el mejor provecho.
Tú que encuentras fuentes inagotables de motivación y a la vez te desmotiva cualquier cosa.
Tú que a menudo te cuestionas si no estas haciendo suficiente para la construcción del reino y más a menudo de lo que quisieras, tienes la razón.

Te pregunto:

¿Cuentas con la Confianza de Dios a un nivel tal que EL pueda confiarte grandes Proyectos en el futuro?....

1 Comentarios:

At 2:32 p. m., Blogger DC said...

Dios deposita su confianza en nosotros, aunque pequemos en defraudarlo. Lo único que tenemos que cultivar es la confianza en nosotros mismos para estar los suficientemente seguros de que no defraudaremos los planes y proyectos de Dios.

Un abrazo primo.

 

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