Iba camino hacia el trabajo y como es normal, la calle estaba bastante congestionada de vehículos. Una buena dosis de paciencia, otra menor de astucia y una visión 360 grados, suele ser suficiente para pasar el trauma sin mayores inconvenientes.
Transitaba despacio por una avenida principal y me iba a cambiar de carril para enfilar hacia un elevado. Justo cuando giré mi guía hacia la izquierda para entrar al carril, el tránsito se detuvo rápidamente y no me daba tiempo frenar (por la alta posibilidad de que me chocaran por detrás), así que rápidamente procedí a girar mi guía hacia la derecha para salirme nuevamente, provocando que un vehículo que venía detrás tuviera que maniobrar y reducir la velocidad para evitar el impacto.
Con sensación de alivio miré por el retrovisor y noté al conductor (y su copiloto) bastante molestos por mi "barrabasada"... usualmente cuando sucede algo así (que técnicamente no es mi culpa) suelo mandar pal carajo al otro conductor cuando viene a reclamarme porque "que el quería? que me comiera el otro carro?"
El caso es que por alguna razón decidí hacer lo correcto. El apresuradamente se colocó paralelo a mi vehículo y me miró con toda la intención de agredirme verbalmente, justo cuando bajé el vidrio y le dije:
"Viejo, excusame fue que me frenaron de golpe alante y tuve que salirme para no chocar"
No puedo explicar la forma en como su cara cambió. En seguida sonrió y me dijo "ta bien mi hermano, no te preocupes"... y continuo amenamente su conversación con el copiloto.
Solo con imaginarme todo lo que hubiese sucedido si yo hubiese reaccionado de la forma en como usualmente hacemos (sí, te incluyo a ti también):
1)- Hubiese pecado, porque la "mandá pal carajo" que le iba a dar no era chiquita.
2)- Me hubiese molestado su actitud (parece que la mía, porque es mía, siempre es perfecta) y hubiese continuado molesto todo el trayecto hacia el trabajo, impactando de igual manera en mi forma de manejar e interactuar con los demás Kamikaze.
3)- Se hubiese interrumpido la dinámica de conversación agradable tenía el Piloto con su copiloto y a seguidas se hubiesen embriagado de pestes hacia mi y hacia el resto de los conductores "porque aqui eto se jodio y to el mundo maneja malo, menos yo".
4)- Hubiese llegado molesto a mi trabajo y es obvio el resultado de esta condición.
5)- Hubiese perdido la oportunidad de aprender una gran lección de vida.
6)- Hubiese perdido la oportunidad de rescatar del olvido a mi humilde blog con esta simple historia.
En conclusión, esta es la manera en como estamos llamados a impactar en nuestro entorno. A veces creemos que se necesitan campañas, recursos y cuantas otras sandeces superfluas para lograr decirle a la gente que hay una forma mejor de vivir, lejos del egoísmo, la prisa cotidiana y los vicios de nuestra sociedad.
Gracias le doy a Dios, a quien debo todos los méritos.
Te invito a que hagas lo mismo y te hagas eco de tu experiencia. No te arrepentirás.