viernes, octubre 15, 2010

Ralentización Literaria

Desde hace ya algunos años tengo en proyecto el escribir varios libros. Cuatro (4) para ser exactos. Libros de temática definida, claramente establecida y delimitada, complementarios entre sí, que ciertamente llenarían un vacio en el mercado editorial Cristiano... pero por alguna razón no había encontrado el camino para iniciarlos de manera sostenida y darles continuidad, la disciplina de hacer de ello un oficio diario...

Con el tiempo, poco a poco he ido instruyéndome más en la Fe... varios cursos de la escuela, libros, ensayos, artículos, Código de Derecho Canónico, Catecismo, Biblia, en fin... hace algo más de 2 años me formé como Ministro Extraordinario de la Comunión y recientemente me formé como Acólito...

Y entendí que mientras más aprendo, más me falta por aprender... un planteamiento nada nuevo en el mundo de Sofía...

Y entendí que antes de escribir, tengo una gran responsabilidad... siempre me he caracterizado por ser una persona de conceptos claros, coherentes y fundamentados en aspectos objetivos... cualidades que han servido de mucho al servicio de mis hermosos ministerios, especialmente la Música y la Predicación, ministerios que (por cierto) amo cada día más y pido a Dios me regale la oportunidad y el privilegio de seguir ejerciendo por siempre...

Y entendí que a pesar de todo, la palabra dicha se la puede llevar el viento... cuantas prédicas, charlas, consejos, experiencias y testimonios hemos escuchado que se nos olvidan al segundo... así mismo como suceden con los míos... Sencillamente son palabras dichas por un diminuto ser humano que podrán no tener la mas mínima trascendencia y perderse en el olvido...

Mas entendí que la palabra escrita, aunque sea letra muerta... aunque su publicación no tenga absoluta trascendencia... sin lugar a dudas, tiene potencial de permanecer por generaciones en el mundo...

Y entendí que llevo sobre mis dedos una gran responsabilidad que no puedo asumir con ligereza...

Hay tantos otros, mucho menos preparados que yo (que por sí no sé nada), que se han lanzado a editar una pieza literaria y han tenido éxito...

Pero después de todo, en la Cristiandad, ¿qué es el Exito?

¿Exito es un libro con altas ventas, que recibe publicidad y que es conocido por muchas personas? O Exito es un libro que tiene la capacidad de motivar a las personas a transformar sus vidas, de impulsar cambios que lleven a las personas a un encuentro de ojos abiertos y corazón palpitante con Jesús... un encuentro que se convierta en un relación... una relación que impulse el anhelo insaciable de santidad...

Ante esta realidad, he decidido esperar, para continuar con mi preparacion -nosedequeniparaquenihastacuandoespecificamente- hasta tanto el Señor me muestre el momento oportuno en el que nuestra relación esté a nivel de dictado y copiado...

Y me siento en total paz conmigo mismo...

Mientras tanto, sumergido en los silentes ruídos de nuestro día a día y arropado por los ensordecedores silencios de la reflexión... habla Señor... que haré lo imposible con tal de escucharte.

1 Comentarios:

At 4:36 p. m., Anonymous Antonio Masferrer said...

La claridad es una exigencia intelectual, pero dejarse llevar al tiempo, forma y método de Jesús es simplemente Barro en las manos de Dios Trino.!!!!. Esperemos gozosos esos 4 latidos del Corazón de Jesús hecho palabra, hecho practica, hecho vida.!

 

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