jueves, septiembre 25, 2008

Por Encima de las Pequeñeces Humanas

*** Este tampoco quedó como quería. Me ha pasado a menudo últimamente. Presiento que cuando esto me sucede, imprimo cierta dosis adicional y necesaria de sinceridad, no disfrazada en fraseos elaborados... que bueno... ***

Es curioso como los seres humanos nos quejamos de cuantas pequeñeces aparecen en nuestro camino y no nos damos cuenta de lo bendecidos que somos. Es como si fueramos "A prueba de Bendiciones."

El ser Padre -o madre- definitivamente es algo que te cambia la vida. Pero no es como todo el mundo dice. Es una experiencia única y personal. Unica, porque no han existido 2 padres ni 2 madres ni 2 niños iguales. Personal, porque nadie puede explicarlo. Hay que vivirlo y cada quién lo vive diferente.

Es muy común que en estas situaciones a los nuevos padres nos embarguen muchísimos sentimientos. Amor, cariño, orgullo, inseguridad, temor, miedo, pánico, duda, incertidumbre, etc.

A menudo me pregunto -y lo comento con mi esposa- si seré un buen padre. Si verdaderamente estoy preparado. Si lo poco o lo mucho que hago es suficiente... y entre tantas cuestionantes, se pasan los días.

Hoy mismo tuve uno de esos episodios justo antes de salir a comprar algo al Supermercado. Mw fui con esa y pensé que todo quedaría ahí. Cuando llegué al Super, ya era de noche. Poca gente, mucho parqueo. "Qué suerte!", pensé.

Entré, como de costumbre pasillé por el local completo estudiando cuidadosamente cada artículo en las góndolas, para asegurarme no cometer el Pecado Mortal de que se me olvidara algo o de no comprar algo que "hace falta" (aunque no esté en la lista).

Cuando llegué a Caja, creí que terminaría la rutina como otra compra más... que poca Fe....

En ese momento, vi entrar a un hombre, evidente padre de una hermosa niña que andaba a su lado tomada de la mano. Un hombre joven, esbelto, bien vestido. Una niña graciosa, inocente, feliz. Hasta aquí parece la escena de cualquier día, excepto que aquel señor era manco. Le faltaba su brazo derecho.

Cuando lo vi pensé, "Vaya Señor, que forma tan peculiar de responderme. Mira ese hombre. Le falta un brazo! y aún así pudo criar a su niña y brindarle todo lo que necesitaba." Hice mi mejor esfuerzo por conmoverme, pero la razón opacó a los sentimientos y me quedé solo con el pensamiento.

Pues como por arte de magia, en menos de 2 minutos se aparece el hombre con la niña, detrás de mi en la caja. 24 Cajas y el tenía que venir a la mia. Inmediatamente pensé "OK Señor. Yo sé que no me conmoví, pero entendí tu mensaje. Perdóname por pensar tantas tonterías." Pues luego peco de curioso y me fijo en su compra: Leche (para la niña), Chocolate (para la niña), Azúcar (para la niña) y navajas (obvio que para El). Practicamente todo era para la niña.

Con una mezcla de conmoción, emoción, confusión y... Sión, me fui hacia mi vehículo creyendo que aquella galleta sutilmente intensa del Padre había terminado, solo para darme cuenta justa al salir del parqueo, que este hombre además de todo, andaba manejando un Mercedes Benz. Una especie de último recordatorio, por si todavía no había entendido el mensaje...

No pude sentirme más pequeño, ante semejante muestra de grandeza... y recordé que yo no soy quién para dudar de mis propias capacidades, pues estas me han sido dadas por Dios. El sólo hecho de saber y reconocer que lo que tengo y lo que soy es por consecuencia de su Amor, es garantía suficiente de que todo va a estar bien.

Pido perdón, por no tener la Fe de creer que el sólo hecho de ser Tu hijo, es cualidad suficiente para saberme capaz de manejar contigo cualquier reto que la vida me presente.

Doy Gracias porque cuando las circunstancias se esmeran en arrollarnos y hacernos sentir inferiores, Tú nos engrandeces con tu Amor, por encima de las pequeñeces humanas.

lunes, septiembre 15, 2008

Ser como Niños

*** Este Post no quedó como quería, pero como yo no gobierno este blog... aquí vamos. ***

A propósito de los distintos Evangelios, donde Jesús afirma "Yo les aseguro: si no cambian y se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los Cielos..." me he quedado pensando en el significado de semejante recomendación cuasi mandatoria.

Cada vez que escuchaba este pasaje, se apoderaba de mi la Nicodemilica duda sobre qué habrá querido decir El Hombre con esto.

Generalmente pensaba "bueno, esto quiere decir que debo morir al hombre viejo y volver a nacer en Cristo".... waaaaaoooo!!! vaya que sabio descubrimiento!!! Mi sabiduría oriental platanera en su máxima expresión... not!

Luego de un tiempo de haber descubierto el agua tibia, decidí intentarlo... y lo hice... y dió resultados... y me gustó lo que ví... y me sentí mejor conmigo mismo... y los demás lo notaron... y... no fue suficiente. Llevo casi 4 años caminando en la excitante ruta hacia la casa del Padre y por más que lo intento, por alguna razón... NO ME SIENTO MÁS NIÑO...

Después de darme cuenta de esto como que decidí no romperme mucho la cabeza y seguir viviendo mi Cristiandad "tranquilo". Pues vaya grande que ha sido mi sorpresa cuando solo me bastó compartir un par de días con mi hija para darme cuenta lo que quizo decir.
Nota: los Seres Humanos somos tontos. Cosas tan obvias como esta no deberían ser tan "difíciles" de descubrir.

Estaba cuidando a mi hija en una de esas memorables, bellas e interminables noches primerizas y en medio de una batalla campal entre los pampers, la leche y el sueño.... Zas!!! Finalmente lo entendí.

Para ser como niños no hay que picotearse y pedirle a su madre que lo ingiera y lo para de nuevo. No hace falta irse de retiro silente durante media vida, olvidándose de todo el pasado. Tampoco hay que recibir terapias de shock eléctrico con efectos amnésico-cerebrales que nos hagan partir de cero. Ni hay que hacerse cirugías plásticas de rejuvenecimiento corpo-facial.

Para ser como niños solo nos hace falta ver a Dios Padre, como nos ven nuestros hijos a nosotros. Solo nos hace falta ver a nuestros hijos, como nos ve Dios Padre a nosotros. Tan solo es preciso pensar qué lugar representamos nosotros en la vida de nuestros hijos y nuestros hijos en la vida de nosotros.
Nota: si no tienes hijos, sustituir "nuestros hijos" por: "nuestros sobrinos" o por "los niños".

Para ser como niños solo nos hace falta:

1- Dejarnos cuidar plenamente (de Dios) como nos dejamos cuidar de nuestros padres.
2- Dejarnos alimentar el cuerpo (y alma con los alimentos que Dios Padre considere idóneos y necesarios, aunque no nos gusten) como lo hacen los padres.
3- Dejarnos bañar (en Espíritu Santo) para limpiar las impurezas de nuestro cuerpo como lo hacen los padres.
4- Dejarnos limpiar la mierda (que ensucia nuestra vida como consecuencia del pecado) como lo hacen los padres.
5- Dejarnos cambiar las vestiduras (por linos limpios y resplandecientes) cuando estemos abatidos, estrujados y agotados, como lo hacen nuestros padres.
6- Ser totalmente dependientes (de Dios) como los niños lo son de sus padres.
7- Dejarnos impregnar con el aroma agradable (a Jesús) como nos perfuman nuestros padres.
8- Dejarnos educar (con la sabiduría dada por Dios a través de la Iglesia) como lo hacen nuestros padres.
9- Reir sin motivo ni razón aparente (con la certeza de que Dios se deleita en nuestra sonrisa) para el deleite de nuestros padres.
10- Llorar cuando algo no anda bien en nuestras vidas, en búsqueda de consuelo (divino) como el que recibimos de nuestros padres.
11- Gritar "PAAAAAPIIIII" (a Dios Padre) o "MAAAAAMIIIII" (a la Madre María) cada vez que nos sentimos inseguros o en peligro, como hacemos con nuestros padres.
12- Dormir y descansar (del trajín del Mundo) con la certeza de que mientras tanto nuestro bienestar estará resguardado (por Dios), como lo resguardan nuestros padres.
13- Jugar y disfrutar de lo bueno de la vida (Jesús), como jugamos con nuestros padres.
14- Dejarnos mimar (de Dios) con mimos mimados de ternura (santa) como nos miman nuestros padres.
15- Confiar en que todas nuestras necesidades serán satisfechas (por Dios) como lo hacen nuestros padres.
16- Dejarnos amar (por Dios) con el más puro y sagrado amor (de Jesús) como nos aman nuestros padres.
17- ...........(agrega Tú a la lista)............

...y si no sabes lo que es recibir todo esto de parte de tus padres, no te lamentes. Hoy tienes la oportunidad de abrir tu corazón y todas estas atenciones de primera clase, de parte de TU PADRE. Te lo aseguro... no te arrepentirás.

P.D. 1

A partir de Hoy
quiero ser como niño
pues donde quiera que voy
puedo sentir tu cariño

Solo quiero ser chiquitico
no me divierte ser de los grandes
pues prefiero vivir tranquilito
bajo tus cuidados santificantes.

P.D. 2

Yo Quiero ser tu Chichí, chiquitico...
Ya tu eres mi Papá, o sea que arranqué con ventaja...
Contigo, voy de robo...

Gracias Señor.

Locura

Ya naciste.... y definitivamente me volví loco!

Gracias Señor